Cuando pensamos en las mejoras de la piscicultura, solemos centrarnos en los tipos de pienso, el diseño de los tanques o los niveles de oxígeno. Pero hay un factor que influye silenciosamente en todo lo que hay bajo la superficie: La iluminación.
Los peces responden a la luz de forma muy distinta a los humanos. No sólo "ven" la luz, sino que la sientenbiológicamente.
En HATO, hemos pasado décadas entendiendo cómo aplicar la iluminación para mejorar el bienestar animal y la productividad, y nuestra expansión en la acuicultura se basa en este legado.
Los peces tienen fotorreceptores especializados en los ojos, la glándulapineal y las célulasprofundas del cerebro. Estos receptores detectan el brillo, el color y siguen los patrones de luz diarios y estacionales, que a su vez influyen en:
Un desajuste entre la iluminación y las expectativas biológicas de los peces puede alterar el crecimiento, la alimentación e incluso la inmunidad.
La investigación moderna muestra cómo una iluminación bien ajustada puede conducir a:
No se trata sólo de añadir más luz, sino del espectro, la intensidad, la distribución y el control adecuados:
En HATO lo llamamos iluminación de precisión. Se centra en los animales, es eficiente energéticamente y fácil de manejar.
La iluminación es más que visibilidad: es funcionalidad, biología y eficiencia todo en uno. Y cuando se hace bien, todo mejora, desde las tasas de crecimiento hasta los indicadores de bienestar.